IBM ha cerrado la mayor adquisición en sus más de 100 años de historia. Con la compra de Red Hat anunciada en octubre, pero materializada en las últimas semanas, se posiciona como el proveedor líder de nube híbrida y acelera el modelo de negocio de alto valor de IBM.
Los 34.000M$ que pagarán por la transacción plantean la duda sobre si el precio se ajusta al valor que Red Hat puede aportarles. Por ello, analizamos desde el corporate finance la valoración de la compañía en las siguientes líneas.
QUÉ ES RED HAT
Fundada en 1993, Red Hat se especializa en sistemas operativos Linux, el tipo más popular de software abierto y una alternativa a los softwares hechos por Microsoft.
En sus primeros años su modelo de negocio se basaba en coger Linux y venderlo a sus clientes, tras adaptarlo a su gusto, base y sello de identidad de su éxito actual. De esta manera competía directamente con Microsoft, ganando dinero con la venta de CDs que usualmente salían cada 6 meses.
Cinco años más tarde debutó en bolsa, situándose entre las mejores compañías con mejor rendimiento en ese período.
Ya en 2002, Red Hat presentó un nuevo sistema operativo (Red Hat Enterprise Linux) lo que supuso un cambio total en su modelo de negocio. En ese momento decidieron terminar con su anterior producto y principal fuente de ingresos para centrarse en las empresas y vender bajo un modelo de suscripción.
Red Hat no sólo se ciñe a vender su sistema operativo, sino que también ofrece servicios de virtualización, gestión de soluciones en la nube, tecnologías de almacenamiento y otros.
En la actualidad, el 90% de las empresas del Fortune 500 utilizan sus productos.
LA ADQUISICIÓN POR IBM
Red Hat e IBM han sido socios desde hace ya unos 20 años. Con la compra, Red Hat pasará a ser una unidad de la división Hybrid Cloud de IBM, manteniéndose su legado open source. De esta manera, según han afirmado las compañías, ofrecerán una nueva generación de plataformas híbridas multicloud que estarán basadas en fuentes abiertas de tecnologías, como Linux y Kubernetes.
La operación, cerrada en 34.000 M$, es la mayor jamás realizada en la historia de IBM. Pactada a finales del pasado mes de octubre, implica el pago en efectivo de $190 por cada título de Red Hat.
Este acuerdo sin duda es la mejor opción para IBM, ya que tomando en consideración el bajo precio de sus acciones, una oferta en forma de acciones hubiese tenido un efecto dilusivo para sus accionistas. Además, el bajo nivel neto de deuda y la fuerte generación de free cash flow permitirán mantener el nivel de deuda a niveles razonables.
VALORACIÓN DE RED HAT
Antes de comenzar con el análisis hay que tener en cuenta que los ejercicios económicos de Red Hat se cierran en febrero, por lo que podemos disponer de la información financiera del año 2019.
En primer lugar, conviene destacar que el ejercicio 2019 cerró con un trimestre donde sus ventas se incrementaron, tal y como viene sucediendo en los 68 anteriores.
Las ventas crecen a doble dígito, como consecuencia de que las empresas cada vez apuestan más por infraestructuras híbridas en la nube y tecnologías de código abierto. Esta tendencia tiene perspectivas de mantenerse en los próximos años, aunque eventualmente se reducirá a medida que la adaptación vaya creciendo. Aun así, este aumento en ventas evidencia la posición de líder en el sector por parte de Red Hat.
El EBITDA sigue un crecimiento similar al de las ventas, poniendo de manifiesto que no se está incurriendo en gastos excesivos. No obstante, resulta destacable el ‘leve’ aumento en 2019, consecuencia de los gastos incurridos por la adquisición de IBM.
La evolución del BN y ROE evidencian que Red Hat ofrece una gran rentabilidad con respecto a otras compañías comparables, muestra por una parte del negocio de alto margen el que opera y por otro de la eficiente estructura que ha desarrollado.
El balance experimenta un incremento significativo consecuencia del aumento en las cifras de negocio de la compañía. Así, puede verse como las partidas de clientes y tesorería se incrementan suponiendo la gran parte del avance del activo.
De la misma manera, el pasivo y el patrimonio neto se ha visto incrementado de manera gradual. Ello, junto con un nivel estable de deuda y de crecimiento razonable muestran la robustez de la estructura patrimonial de la compañía.
CONCLUSIÓN
IBM hará frente al pago de la operación a través de efectivo y deuda, junto con la paralización de la recompra de acciones en 2020 y 2021.
La valoración de $190 por acción (para un total de 34.000 M$) suponen una prima del 63% con respecto al precio de cotización en el momento del anuncio (29 de octubre de 2018). Comparando con otras transacciones del sector se puede afirmar que estamos ante una prima excesiva. La prima media de todas las transacciones del pasado año rondaron el 34%, o del 37% para M&A en el sector tecnológico.
En términos de múltiplos, IBM ha adquirido Red Hat a 12.3x EV/Ventas. Un múltiplo bastante elevado si se tiene en cuenta las fusiones y adquisiciones históricas de IBM y su cautela en todas ellas. La situación empeora al observar la media histórica de las compañías de software, que se han vendido alrededor de 4.5x según datos de EY.
IBM no ha conseguido crecimiento en sus ventas durante los últimos años. Sin embargo, el segmento de la nube, parte de su estrategia, es uno de los pocos negocios que consiguen crecer.
Por su parte, Red Hat ha logrado una transición hacia una compañía basada en la nube.
Por ello, al operar ambas compañías en la llamada nube híbrida dirigida a empresas, la operación corporativa cobra todo el sentido del mundo desde el punto de vista operacional. No obstante, como ya se ha indicado, el precio y valoración otorgados parecen excesivas.